Rusia intensifica la guerra híbrida en Europa
Praga. – Europa se enfrenta a un notable incremento de ataques vinculados a la estrategia de guerra híbrida de Moscú. Un análisis reciente reveló que, tras la expulsión de cientos de agentes rusos en los últimos años, el Kremlin ha centrado sus esfuerzos en aprovechar prisiones, redes del crimen organizado y comunidades vulnerables para llevar a cabo operaciones encubiertas en el continente.
Según el informe, al menos 131 personas participaron en estas acciones, de las cuales 35 tenían antecedentes penales. Los objetivos van desde sabotear infraestructuras críticas hasta provocar incendios y asesinatos destinados a desestabilizar Europa. Polonia y Francia fueron los países más golpeados.
Ola de ataques en ascenso
Mientras que en 2022 se registraron 13 ataques en Europa, en 2024 la cifra se disparó a 64 incidentes. “La evasión de sanciones y el comercio ilegal proporcionan recursos a Rusia, mientras que el crimen organizado ofrece redes. Moscú combina ambas dimensiones en su guerra híbrida contra Europa”, explicó Julian Lanches, coautor del estudio.
El tipo de ataque más común ha sido el incendio provocado, con 34 casos documentados. Un tercio ocurrió en Polonia, uno de los principales aliados de Ucrania. Entre los ejemplos, el informe recuerda la destrucción del mayor centro comercial de Varsovia y los intentos frustrados de descarrilar trenes que transportaban ayuda militar.
El vandalismo ocupa el segundo lugar, con 27 casos. En la República Checa se registraron amenazas de bomba contra escuelas, y situaciones similares afectaron a Eslovaquia y Estonia.
En la categoría más grave, las organizaciones registraron cinco asesinatos o agresiones físicas contra disidentes rusos en el exilio. Entre ellos destaca el caso de Maxim Kuzminov, piloto que desertó con un helicóptero militar a Ucrania y que fue posteriormente asesinado en España, presuntamente por sicarios. También se recuerda la agresión a Leonid Volkov, asesor del opositor fallecido Alexei Navalny, atacado con un martillo en su casa en Vilna (Lituania).
Reclutamiento y motivaciones
El informe subraya que la mayoría de los perpetradores son hombres de entre 20 y 40 años, procedentes en muchos casos de Europa del Este. Su perfil incluye trabajadores manuales, desempleados o personas endeudadas. La motivación principal es económica: desde siete euros por pintadas hasta varios miles por ataques a infraestructuras. Además, el 89 % actúa en pequeños grupos de amigos o familiares, lo que dificulta su detección.
Llamado a reforzar la seguridad
Los autores del análisis instan a la Unión Europea a incrementar las inversiones en seguridad interior dentro de los presupuestos de defensa. Las recomendaciones incluyen reforzar a la policía, los servicios de inteligencia, el poder judicial, las aduanas y las autoridades financieras, así como ampliar el concepto de amenaza híbrida para abarcar el financiamiento ilegal, la evasión de sanciones y las redes criminales.
El informe concluye con un llamado a una cooperación más estrecha entre los sectores público y privado, involucrando a instituciones financieras, compañías de seguros, empresas de logística y sectores vulnerables al contrabando, con el fin de crear mecanismos estables de prevención frente a esta ofensiva encubierta.
