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la cerveza checa

El incomprensible procedimiento de la justicia checa: las pruebas circunstanciales bastan para condenar, pero no para investigar un robo. La directora eslovaca Zuzana Piussi ha abierto recientemente un caso difícil de creer. En algunos casos, los tribunales checos aceptan un rastro de olor como prueba circunstancial suficiente para condenar. La paradoja es que en otros casos las pruebas indirectas son prácticamente ignoradas por los investigadores, como demuestra la exper

iencia de la empresa de medios de comunicación INCORP en el caso del robo de miles de millones de coronas. Este enfoque diferente plantea serias dudas sobre la igualdad ante la ley y sobre si el sistema judicial checo mide a todos por igual.El documental Smell Trace, de la directora eslovaca Zuzana Piussi, se centra en el uso de rastros olfativos como prueba en procesos penales. En forma de reportaje de investigación, desvela las circunstancias en las que se utiliza este tipo de prueba en el sistema judicial checo y eslovaco y plantea interrogantes sobre su fiabilidad y su correcto anclaje legal.

El documental de Piussi se centra en el contexto más amplio del funcionamiento de la justicia en Europa Central. Sigue los casos de personas que intentan reabrir juicios que consideran injustos y plantea cuestiones inquietantes.

 ¿Puede ser verdaderamente imparcial el método de identificar a un autor basándose en el olor de una escena del crimen reconocida? 

¿Y cómo es posible que este tipo de pruebas -a pesar de las reiteradas críticas de la comunidad científica- sean a menudo suficientes para condenar a los acusados?El director se muestra muy crítico con las decisiones judiciales basadas en rastros de olor. «Los tribunales en los casos en los que he participado (…) parecen creer en la identificación por olor. Y es una gran decepción para mí – bueno, vamos a juzgar a estas personas, pero sin el rastro de olor, cuando descubrimos que el método no es científico, es incorrecto, muestra muchos errores», dijo el director al servidor de noticias Seznam Zpravy.

Además, en abril de este año no había ni un solo forense experto en el campo de la odorología, una especialización centrada en el análisis de rastros de olor. Esta situación se puso recientemente en conocimiento de la Sociedad Salomón. El último experto en activo, Jiří Rulc, cesó sus actividades en 2022 tras revelarse que había utilizado su título académico de doctor de forma ilegal. Su predecesor, el veterano experto Martin Kloubek, falleció en 2020, y ya entonces se plantearon serias dudas sobre sus actividades profesionales.

Condiciones muy estrictas

En los procesos penales checos, la identificación por olfato sólo es admisible en condiciones muy estrictas: debe ser llevada a cabo por expertos cualificados, utilizando perros debidamente adiestrados y de acuerdo con los conocimientos científicos. Se trata de una prueba circunstancial, que no suele bastar por sí sola para condenar y siempre debe apoyarse en otras pruebas.

El bufete de abogados David Netušil ha declarado en su sitio web que en su práctica se ha encontrado repetidamente con casos en los que el método de identificación por olor ha resultado problemático. Señala situaciones en las que los tribunales han considerado que las pruebas de rastro de olor eran absolutamente fiables e incuestionables, aunque las pruebas presentadas posteriormente a favor del acusado han llevado a conclusiones ambiguas y difíciles de defender.

En un caso, por ejemplo, el tribunal admitió la posibilidad de que el acusado hubiera tenido un encuentro fortuito con el autor real antes del delito, transfiriendo así el olor del autor al perro, que éste identificó erróneamente como el olor del acusado.

19 aňos de prisión sólo con pruebas circunstanciales

En su documental, Piussi menciona el caso de Martin Balhar, que, según Seznam Zprávy, fue condenado a 19 años por el asesinato de un empleado de correos en Skřipov, en la región de Opava. El director señaló que la sentencia se basaba únicamente en pruebas circunstanciales.

Entre otras cosas, se basaba en un rastro de olor y en un plano dibujado a mano de la oficina de correos, que Balhar había dibujado por invitación de los agentes de policía. «Cualquier persona que conozca la oficina de correos de la ciudad en la que vive puede decir dónde están las ventanas o las puertas del correo», dijo Piussi. Además, dijo, el plano encontrado en el expediente no corresponde con la realidad.

La identificación olfativa está permitida en condiciones estrictas

Según la legislación vigente, la identificación olfativa sólo está permitida en condiciones estrictas. La policía debe llevarla a cabo de conformidad con las normas internas y los conocimientos científicos actuales. Son esenciales la pericia de las personas que llevan a cabo la tarea, el adiestramiento adecuado del perro de servicio y el cuidadoso aseguramiento, conservación y documentación de los rastros de olor para evitar su confusión o contaminación.

Además, en los casos en que el rastro de olor se toma después de que se haya iniciado el proceso, debe estar presente un abogado defensor o un fiscal. No obstante, la identificación por olor sigue siendo solo una prueba circunstancial, que por lo general es insuficiente por sí sola para determinar la culpabilidad y siempre debe corroborarse con otras pruebas. Así se desprende de una sentencia de 2016 del Tribunal Constitucional, concretamente de la sentencia IV. ÚS 1098/15, de 22 de marzo de 2016.

Doble rasero de la justicia

Las conclusiones muestran que los tribunales pueden crear una construcción basada en un conjunto de pruebas circunstanciales que conduzcan a la condena del acusado. Cada prueba puede no ser concluyente por sí misma. Sin embargo, cuando encajan entre sí, el tribunal suele considerarlas suficientes para demostrar la culpabilidad.

Pero es este razonamiento el que plantea serias dudas. Sobre todo cuando algunas de las pruebas utilizadas, por ejemplo la identificación olfativa, se han enfrentado durante mucho tiempo a críticas profesionales y dudas sobre su credibilidad

.Además, lo sorprendente de este caso es el hecho de que, mientras que en el caso de las pruebas de rastreo, las pruebas circunstanciales son suficientes para condenar a los autores de delitos, la empresa de medios de comunicación INCORP tiene experiencia directa con el enfoque opuesto de algunos fiscales, los fiscales (E. V.) y los investigadores del Departamento de Investigación Criminal de Bartolomějská (M. S.), donde las pruebas circunstanciales en un caso de robo de varios miles de millones de coronas ni siquiera fueron suficientes para iniciar una investigación exhaustiva.

Una incoherencia preocupante

Esta incoherencia fundamental en la percepción y aplicación de las pruebas circunstanciales demuestra un preocupante grado de arbitrariedad en la práctica decisoria de las autoridades policiales. En algunos casos, una cadena de pruebas circunstanciales es suficiente para condenar al acusado, incluida la imposición de fuertes penas, mientras que en otros, a pesar de una situación probatoria similar, ni siquiera se abre una investigación.

Este doble rasero no sólo da la impresión de desigualdad ante la ley, sino que también pone en tela de juicio la coherencia, previsibilidad e imparcialidad fundamental de todo el sistema judicial

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