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el castillo

Los checos desconfían de sus políticos: el 91 % cree que no cumplen sus promesas

Praga. La confianza en la clase política checa atraviesa uno de sus momentos más bajos. Según una encuesta preelectoral del Observatorio Centroeuropeo de Medios Digitales (CEDMO), el 91 % de los ciudadanos no cree que los políticos cumplan sus promesas, más del 80 % los considera egoístas y calculadores, y el 72 % los percibe como corruptos.

El estudio, realizado en septiembre por la agencia Median entre 2.700 y 3.000 encuestados mayores de 16 años, revela un nivel de escepticismo generalizado que, según los analistas, puede tener consecuencias profundas en la estabilidad democrática.

“Nueve de cada diez checos no creen que los políticos cumplan sus promesas; más del 80 % está convencido de que persiguen principalmente sus propios intereses y el 72 % los considera muy corruptos. Este nivel de escepticismo es una señal de alerta para las instituciones democráticas”, afirmó Ivan Ruta Cuker, analista de datos y sociólogo de CEDMO.

El acuerdo más bajo se registró ante la afirmación “Los políticos, en la mayoría de los casos, hacen lo correcto”, con solo un 17 % de respuestas positivas frente al 73 % de desacuerdo. Una tendencia similar se observó en la frase “Este país se rige por el bien de todos”, apoyada apenas por una quinta parte de los encuestados.

Desconfianza y vulnerabilidad a la desinformación

Los expertos advierten que esta profunda desconfianza podría aumentar la vulnerabilidad social frente a la desinformación y las operaciones de influencia. “El escepticismo político puede abrir la puerta a narrativas falsas o manipuladoras que buscan explotar el descontento ciudadano”, señalan desde CEDMO.

El nivel de confianza en el sistema político también parece vinculado con la situación económica. Las personas con dificultades financieras o ingresos muy bajos tienden a apoyar con mayor frecuencia a los partidos de oposición y son más propensas a creer en afirmaciones engañosas.

“Estas personas suelen votar más según su bolsillo que según su propia visión del mundo. Por eso también son más vulnerables a las afirmaciones manipuladoras y la desinformación”, añadió Ruta Cuker.

CEDMO: inteligencia artificial contra la desinformación

El Observatorio Centroeuropeo de Medios Digitales (CEDMO), con sede en la Universidad Carolina de Praga, es un consorcio internacional que investiga el impacto de la desinformación en la sociedad. A través de herramientas basadas en inteligencia artificial, el equipo desarrolla métodos para detectar y refutar más rápidamente las noticias falsas.

Según sus expertos, la desconfianza política, la frustración social y la exposición a la desinformación forman un círculo vicioso que erosiona la credibilidad de las instituciones y aumenta la polarización social. ¿Qué podemos concluir de estos datos?

Crisis política en Chequia: el auge populista redefine el panorama democrático

La reciente encuesta no hace más que reflejar la profunda crisis política que atraviesa la República Checa, una situación que no es aislada, sino parte de una tendencia que se extiende por toda Europa. En varios países del continente, los partidos y movimientos de carácter populista y nacionalista están obteniendo resultados cada vez más favorables en las urnas, desafiando a las fuerzas tradicionales.

En el caso concreto de Chequia, los tres partidos que se perfilan para formar la nueva coalición gubernamental —ANO, SPD y Motoristas— comparten en gran medida esas corrientes ideológicas populistas y nacionalistas. Cabe recordar que el líder del SPD, Tomio Okamura, ha expresado en reiteradas ocasiones su rechazo a la presencia de extranjeros en el país. Una postura paradójica si se considera que Chequia enfrenta una grave escasez de mano de obra en casi todos los sectores, agravada por una baja tasa de natalidad que limita el reemplazo generacional.

A pesar de sus diferencias, estos tres partidos coinciden en un punto clave: su posición crítica frente a la guerra en Ucrania y la ayuda militar y económica que el gobierno checo ha venido prestando a Kiev. Si bien los motivos que esgrimen para cuestionar ese apoyo no siempre son los más sólidos, es evidente que existe una creciente demanda social para revisar los acuerdos y compromisos de asistencia hacia Ucrania.

Por otro lado, la derrota de los partidos tradicionales, encabezados por el ODS y sus aliados de la coalición gubernamental, representa mucho más que un simple revés electoral. Su pérdida de apoyo refleja un desgaste profundo de la confianza pública en la política convencional, un fenómeno que amenaza con transformar de manera estructural el sistema democrático checo.

Hoy, ante un escenario dominado por el desencanto y la polarización, surge una pregunta inevitable:
¿Cuál será el futuro de la democracia en Chequia?

 

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