¿Qué tan en serio se toman los partidos políticos el turismo?

A pocas semanas de las elecciones parlamentarias, la pregunta parece obvia: ¿qué espacio ocupa el turismo en los programas políticos de los partidos checos?

El sector representa alrededor del 3% del PIB nacional, da empleo directo a más de 220.000 personas y genera un fuerte efecto multiplicador en transporte, cultura y servicios. Sin embargo, las respuestas —o más bien, la falta de ellas— apuntan a que el turismo sigue siendo un tema periférico en la agenda de la mayoría de las formaciones políticas.

Preguntas sin respuesta

TTG contactó a los portavoces de ODS, ANO, Piráti, STAN, TOP 09 y SOCDEM, con un mismo bloque de cuestiones:

• ¿Cómo percibe su partido la importancia del turismo para la economía y el desarrollo regional?

• ¿Qué prioridades específicas plantea en su programa electoral?

• ¿Cómo apoyar el turismo nacional y receptivo frente a la competencia internacional?

• ¿Qué medidas proponen para la cooperación entre Estado, regiones, municipios y empresarios turísticos?

• ¿Cómo encajan en sus planes la sostenibilidad, la gestión de flujos turísticos y la cooperación internacional?

Las solicitudes se reiteraron en varias ocasiones. El resultado: la mayoría guardó silencio. La omisión es una respuesta en sí misma, y bastante clara: el turismo no figura entre las prioridades inmediatas de la mayoría de los partidos.

Las excepciones: STAN y Piráti

Los Piratas y los alcaldes de STAN sí respondieron, y de manera extensa. No es casual: ambos tienen una fuerte vinculación con los gobiernos locales, donde el turismo incide de forma directa en el desarrollo regional.

Los Piratas, con el ministro de Desarrollo Local en sus filas, hablaron de aumentar el presupuesto de CzechTourism, reforzar el personal del ministerio, apoyar nuevas conexiones aéreas y optimizar la política estatal de visados. Son compromisos sólidos, aunque recurrentes: promesas similares ya se han escuchado antes de comicios anteriores.

Por su parte, STAN —a través de Silvie Doušová— subrayó el valor estratégico del turismo, que aporta un 2,8% del PIB, más del 4% del empleo y un efecto directo en sectores clave. Señalaron el papel central de las organizaciones de gestión de destinos (OGD) y aportaron datos recientes:

• Praga sigue liderando con más de 2,2 millones de visitantes en el segundo trimestre de 2025.

• Le siguen Moravia del Sur (625.000) y Bohemia del Sur (494.000), gracias a eventos culturales y enoturismo.

• Karlovy Vary, a pesar de ser una de las regiones menos desarrolladas, supera a Praga en pernoctaciones gracias a su oferta de spa y bienestar.

STAN propone además una reforma de la gestión turística en varios niveles, con división clara de competencias entre Estado, regiones y municipios, y una financiación estable mediante planificación plurianual y reinversión de ingresos turísticos. También abogan por la digitalización y un espacio común de datos para orientar políticas y marketing.

Una ausencia incómoda

Más allá de estas dos excepciones, el silencio de los demás partidos refleja una constante: el turismo no logra consolidarse como un tema estratégico en la política checa, pese a su peso económico y social.

La Unión de Comercio y Turismo (SOCR), a la que también consultamos, va un paso más allá y reclama un Ministerio de Deportes y Turismo independiente, así como una reforma de la forma jurídica de CzechTourism. Son propuestas que apuntan a dar al sector un rango político mayor, todavía ausente en la mayoría de los programas electorales.

¿Prioridad real o promesas de campaña?

El discurso de STAN y Piráti suena prometedor, pero también repetitivo. Cada ciclo electoral trae declaraciones similares: más presupuesto, más coordinación, más vuelos internacionales. La experiencia muestra que entre los anuncios y la ejecución suele abrirse un vacío difícil de cerrar.

Al final, la pregunta sigue en el aire: ¿es el turismo una prioridad real para la política checa, o solo un recurso discursivo de temporada electoral?