Experiencias: El Pequeño Museo de la Cerveza en Slavošovice

En pleno corazón de Bohemia del Sur, en la pequeña localidad de Slavošovice, se levanta un rincón único que celebra una de las tradiciones más arraigadas en la República Checa: la cerveza. Se trata del Pequeño Museo de la Cerveza, una iniciativa personal de Jan Adamík, un apasionado coleccionista con discapacidad auditiva que ha logrado convertir su afición en un atractivo cultural y turístico para toda la región.

La historia del museo comenzó de manera sencilla. Adamík alquiló al municipio una antigua casa colonial y, con sus propias manos, restauró la sala principal, fabricó los estantes y acondicionó el espacio. Lo que empezó como una colección personal de botellas de cervecerías checas pronto se transformó en un archivo internacional. Hoy, el museo reúne ejemplares de países como Alemania, Austria, Polonia, Croacia, Italia, Grecia, Países Bajos e Inglaterra, entre otros.

Pero el lugar no se limita a botellas. Entre las vitrinas también se pueden encontrar etiquetas históricas, posavasos de distintas épocas y curiosidades vinculadas a la cultura cervecera europea. Para los visitantes más entusiastas, el recorrido ofrece además la posibilidad de degustar cervezas especiales de algunas de las cervecerías más reconocidas del continente.

Gracias a la dedicación de Adamík, el museo se ha consolidado como uno de los más grandes de la región de Bohemia del Sur. Su colección sigue creciendo y las instalaciones han sido renovadas y ampliadas, convirtiéndose en un ejemplo de cómo la pasión individual puede convertirse en patrimonio colectivo.

El Pequeño Museo de la Cerveza abre sus puertas de abril a finales de octubre, todos los días de 15:30 a 20:00 horas. Para quienes deseen una visita personalizada, el propio administrador ofrece la posibilidad de concertar un recorrido en cualquier momento, simplemente enviando un SMS al número 608 709 987.

En un país donde la cerveza forma parte de la identidad nacional, el museo de Slavošovice se presenta como una parada imprescindible para quienes buscan descubrir no solo el sabor, sino también la historia y el espíritu de esta bebida milenaria.