Promesas rotas y salarios en retroceso
Un nuevo estudio del Instituto IDEA revela que el salario medio de los profesores en la República Checa cayó al 109 % del salario medio nacional en 2021, y se prevé que continúe descendiendo hasta el 108 % en 2025. Esto ocurre a pesar de que el Gobierno del Primer Ministro Petr Fiala (ODS) prometió mantener los salarios del profesorado en el 130 % del salario medio.
Entre 2017 y 2021, los salarios docentes aumentaron del 106 % al 125 % del salario promedio, impulsados por el crecimiento del PIB real. Sin embargo, factores como la crisis energética, la inflación, la epidemia de covid-19, la abolición del salario superbruto y los recortes presupuestarios han revertido esa tendencia. Según el estudio, el descenso podría llegar al 102 % en 2026, por debajo del mínimo histórico registrado en 2015 (104,7 %).
Esta estadística incluye a los profesores del sistema escolar regional, así como a supervisores. Los investigadores advierten que la situación amenaza con devolver a Chequia a los últimos lugares en las comparaciones internacionales. De hecho, el país ya está en camino de posicionarse entre los miembros de la OCDE con los salarios docentes más bajos en términos relativos.
¿Quién está „exprimiendo“ la educación?
El tema de la financiación educativa fue abordado recientemente en un debate parlamentario titulado La educación como prioridad. La eurodiputada Renáta Zajíčková (ODS) rechazó las críticas de que su partido está detrás del recorte, defendiendo que el objetivo del ministro de Economía es equilibrar el presupuesto. „El ODS simplemente ha puesto el énfasis en poner las finanzas en orden“, declaró.
Por otro lado, el estudio recuerda que en las comparaciones de la OCDE, los salarios de los profesores se miden frente al sueldo medio de los trabajadores con estudios universitarios. Hasta 2017, los salarios en Chequia estaban muy por debajo de esa media, y aunque la situación mejoró temporalmente, el retroceso actual amenaza con borrar los avances logrados
Como afecta la situación a las escuelas de idiomas: el aumento salarial de profesores ahogó al sector privado
La crisis salarial no afecta únicamente a las instituciones educativas públicas regidas por el Ministerio de Educación, sino que también impacta directamente a las escuelas de idiomas privadas, conocidas como jazykové školy. Muchas de estas escuelas ofrecen estudios posteriores al bachillerato, especialmente programas intensivos de lenguas extranjeras que los estudiantes checos suelen cursar durante un año.
Estas escuelas, al ser privadas, en el 2020 no pudierón afrontar los aumentos salariales implementados durante los gobiernos del ČSSD y de Andrej Babiš. En 2020, bajo la administración de Babiš, el salario por hora de los profesores de los institutospúblicos aumentó a 500 coronas, para ese momento las escuelas de idiomas privadas venían pagando alrededor de 330 coronas por hora que eran unas 90 coronas más que lo que pagaban las escuelas públicas antes de que Babiš aumentará los salarios. Desde entonces, las escuelas de idiomas no han podido ajustar sus tarifas debido a que, en general, los salarios en Chequia siguen siendo bajos, lo que limita el poder adquisitivo de los estudiantes.
Antes de este aumento, una escuela de idiomas solía cobrar entre 3,300 o 4,400 coronas por 40 horas de clase —a razón de dos horas semanales entre septiembre y enero—, dependiendo del número de alumnos, que usualmente no superaban los diez por grupo. Sin embargo, los ingresos actuales de una escuela de idiomas no alcanzan para pagar un buen salario a los maestros de lenguas extranjeras. El golpe lo recibieron las escuelas de idimas privadas ya que los aumentos de salarios para los maestros nunca se han hecho de acuerdo a los niveles de inflación sino siempre de un solo golpe dependiendo del gobierno de turno, de esa forma el estado nunca ha dejado espacio al sector privado para poder ajustar sus precios.
Esta situación ha llevado a las jazykové školy a un retroceso similar al vivido en los años 90, cuando la calidad de la enseñanza era baja. En aquel entonces, la falta de profesores nativos obligaba a contratar a cualquier persona que hablara una lengua extranjera para ofrecer clases de conversación, sin una formación docente adecuada. Hoy, ese escenario amenaza con repetirse.