Los problemas que más preocupan a los jóvenes son los referentes al medioambiente, pero, por otro lado, les genera mucha incertidumbre todo lo que gire en torno a la seguridad material y la crisis de la vivienda. Muchos jóvenes ven su futuro incierto y temen no tener el mismo nivel de vida que la generación de sus padres. Al mismo tiempo, perciben fuertes expectativas sociales y presión para poder tener un buen rendimiento efectivamente en el área laboral. Así lo revela una reciente encuesta del Instituto Nacional SYRI.
A los jóvenes la escuela les da confianza para la vida
Este último lleva estudiando los problemas de los jóvenes desde finales del año pasado. Han realizado una amplia encuesta entre ellos. La encuesta ya ha dado sus primeros resultados. Una de las preguntas más frecuente que se le hizo a los jóvenes fue la de cómo perciben ellos las instituciones educativas. «La escuela es una institución en la que confían y consideran que su papel es importante para resolver muchos problemas sociales. Se trata de un hallazgo interesante porque a menudo tendemos a pensar que los jóvenes no valoran la institución escolar», le dijo a la prensa Klára Šeďová, directora científica del Instituto Nacional SYRI, en una conferencia de expertos en el Senado.
La escuela es amada y odiada por los jóvenes
Śedová también comentó que los jóvenes consideran muy importante la educación, pero detrás de esta apreciación hay muchas razones diferentes, desde la perspectiva de un trabajo bien pagado hasta la esperanza de que la educación sea el seguro para mantener la democracia. «En pocas palabras, la escuela tiene muchas facetas para los jóvenes. Es a la vez odiada y amada, necesaria e inútil. Para algunos es una oportunidad de desarrollo, para otros es un lugar aburrido en el que estar», señaló Sheďová.
Los Jóvenes quieren conocimientos más prácticos
La investigación reveló que a los jóvenes les gustaría recibir más conocimientos prácticos en la escuela, especialmente en los ámbitos de la educación financiera y la atención a la salud mental. «También les gustaría que las escuelas dieran más espacio al pensamiento crítico, al diálogo auténtico y al esfuerzo compartido por comprender el mundo actual», dijo el director científico de SYRI.
La encuesta se le hizo 68 personas
La investigación se llevó a cabo el pasado otoño. El papel de los encuestadores lo desempeñaron estudiantes de la Universidad Masaryk. Esos estudiantes realizaron 68 entrevistas de aproximadamente una hora con cada uno de los encuestados. De ellas, 33 fueron con adolescentes de 15 a 19 años y otras 35 con personas de 20 a 24 años. La idea de escoger esos dos grupos de edad era para que estuvieran en la encuesta representada todos los niveles educativos