El Instituto del Patrimonio Nacional ha solicitado a la UNESCO que el castillo y palacio de Český Krumlov sean inscritos como bienes culturales con protección reforzada. Esta solicitud se basa en la Convención de La Haya, que establece que los bienes culturales deben ser salvaguardados en tiempos de paz y protegidos en tiempos de guerra, conforme al derecho humanitario internacional.
Prestigio internacional y valor cultural
Para que un monumento reciba este nivel de protección, debe ser un bien del patrimonio cultural de la mayor importancia para la humanidad y estar adecuadamente protegido a nivel estatal. Según explicó el castellano Pavel Slavko, esta protección también conlleva prestigio internacional y responde a una creciente rivalidad entre Estados, muchos de los cuales buscan destacar la importancia de su patrimonio cultural ante la comunidad internacional.
Monumento excepcional
Actualmente, unos 91 bienes culturales en todo el mundo figuran en la lista de protección reforzada. El castillo de Český Krumlov tiene, según Slavko, grandes posibilidades de ser incluido, gracias a su carácter extraordinario y a sus valores naturales, arquitectónicos y artísticos excepcionales, reconocidos ya en su inscripción previa como Patrimonio de la Humanidad.
El lugar presenta además una delimitación espacial clara, con límites definidos y un inventario detallado de edificios, mobiliario y objetos de artesanía. En opinión del castellano, Český Krumlov se encuentra entre los diez edificios culturales e históricos más importantes de Europa.
Turismo y contexto actual
Antes del estado de emergencia, Český Krumlov recibía excursiones directas desde Wuhan y dependía del turismo en más de un 60% de su economía local, aunque el número de infectados en la zona fue mínimo.
Hacia una protección en tiempos de guerra
Si la UNESCO acepta la solicitud, Český Krumlov se sumaría a la Villa Tugendhat de Brno, que cuenta con este estatus desde 2018, como el segundo monumento checo con protección reforzada en caso de conflicto armado.
Este tipo de protección implica un enfoque más riguroso y responsable del Estado respecto a la gestión del patrimonio. Su inscripción en registros internacionales y militares otorga al monumento un mayor nivel de salvaguarda, especialmente en situaciones de guerra.
Condiciones para la inscripción
Una solicitud de este tipo requiere cumplir tres condiciones fundamentales:
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El monumento debe contar con protección jurídica y administrativa nacional que reconozca su valor cultural e histórico excepcional.
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Debe estar inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
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No puede ser utilizado con fines militares.
¿Qué cambiaría en la práctica?
Para los visitantes, el cambio sería mínimo, tal vez solo visible en una señalización especial en los accesos, como ocurre ya en otros países europeos.
Sin embargo, para los responsables de la gestión del sitio, implicaría una intensificación de medidas de protección: planes de riesgo y evacuación, evaluación y clasificación de objetos de valor, diseño de rutas de transporte y preparación de lugares de almacenamiento seguros.
Este proceso conlleva una labor profesional y administrativa compleja, orientada a garantizar la protección efectiva del patrimonio en caso de conflictos armados inesperados.