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La casa Blanca

Praga: ¿Recuerdas cuando tirabas porciones enteras en la cafetería escolar? Esa realidad aún persiste y es precisamente lo que busca cambiar el proyecto educativo Smart Food II: enseñar a los niños a reducir y gestionar el desperdicio de alimentos.

De la Granja al Plato: Una Lección Completa

El objetivo del proyecto es mostrar a los estudiantes qué sucede con los alimentos desde su producción en la granja hasta su consumo. Con nuevos materiales didácticos, se busca concienciar sobre cómo pequeños cambios en la vida cotidiana pueden reducir tanto el desperdicio como el impacto ambiental del hogar.

Esta iniciativa es una continuación del proyecto original Smart Food, centrado en enseñar el manejo adecuado de los alimentos. Así lo informó Šárka Mrázová, representante de prensa del proyecto, a la agencia ČTK.

Escuelas como Laboratorios del Cambio

Smart Food II se está probando actualmente en escuelas seleccionadas. Su propósito central es inspirar a los estudiantes a adoptar una relación más responsable con la comida. A su vez, el proyecto ofrece herramientas e información para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero tanto en centros escolares como en hogares.

La iniciativa cuenta con la colaboración de la Facultad de Educación de la Universidad Carolina de Praga y la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Mendel de Brno.

91 Kilos al Año: Una Estadística Alarmante

Según el Ministerio de Medio Ambiente, cada checo tira 91 kilos de comida al año, lo que suma 1,9 millones de toneladas anuales en todo el país. A nivel europeo, el 53% del desperdicio de alimentos proviene de los hogares. Este problema no solo implica una pérdida económica, sino que es también una fuente importante de emisiones de dióxido de carbono y metano.

Pequeñas Acciones, Gran Impacto

“El proyecto demuestra que incluso pequeños cambios en la vida cotidiana pueden tener un impacto positivo significativo en el medio ambiente”, afirma Igor Červený, representante de la Facultad de Educación de la Universidad Carolina, coautor del proyecto y del portal educativo FutureBooks.

Los materiales didácticos incluyen ahora vídeos disponibles en el sitio web del proyecto. Los estudiantes pueden trabajar con contenidos digitales interactivos, tanto en clase como en casa.

Educación Compartida: Padres y Niños Aprenden Juntos

Según los autores del proyecto, las actividades familiares juegan un papel clave. Estas incluyen desde planificar las comidas en conjunto y elaborar listas de compras, hasta controlar lo que se tira a la basura.

“Gracias a la participación de los padres en el proceso educativo, los niños pueden aprender principios de comportamiento sostenible junto a ellos y desarrollar habilidades en el manejo de alimentos”, explicó Lucie Veselá, coautora del proyecto en la Universidad Mendel de Brno.

Resultados Prometedores y Más por Venir

Los primeros resultados son alentadores: una evaluación piloto de la fase inicial del proyecto reveló que los conocimientos sobre el manejo de alimentos entre alumnos de tercero a quinto grado aumentaron hasta en un 40%.

La clave del éxito parece estar en el enfoque interactivo digital, que ha mejorado la motivación y el compromiso de los estudiantes con el aprendizaje. Los libros de esta primera fase ya están disponibles en la web del proyecto.

Según Veselá, tres nuevos libros que amplían el contenido educativo estarán listos en el verano de 2025, una vez que se completen las pruebas y ajustes necesarios.

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