El barrio de Josefov, ubicado en el corazón de la Ciudad Vieja de Praga, es la zona catastral más pequeña de la ciudad y, al mismo tiempo, uno de los complejos de monumentos judíos mejor conservados de Europa. Hasta 1850, Josefov era conocido simplemente como el barrio judío y, en tiempos aún más remotos, se le llamaba el gueto judío.
Un Pasado de Persecución y Conservación
El antiguo gueto existió hasta finales del siglo XIX, cuando fue objeto de un proyecto de „limpieza urbana“ que llevó a la demolición de la mayoría de sus edificios. Sin embargo, algunas construcciones históricas lograron sobrevivir, entre ellas:
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El Antiguo Cementerio Judío
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El Ayuntamiento Judío
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Seis sinagogas emblemáticas: Klaus, Maisel, Pinkas, Vieja-Nueva, Española y Alta
Durante la Segunda Guerra Mundial, la comunidad judía de Praga sufrió una devastación sin precedentes. Miles de judíos fueron deportados a campos de concentración, y el barrio de Josefov, abandonado, fue utilizado como un almacén de bienes confiscados. Tras el final de la guerra, muchos de estos bienes permanecieron en manos del Museo Judío de Praga, dado que sus dueños originales fueron asesinados en los campos de exterminio.
Como resultado, el Museo Judío se convirtió en el segundo museo judío más grande del mundo, albergando un vasto patrimonio que ha permitido conservar la historia de la comunidad judía en Praga.
Visitas Guiadas y Educación contra el Antisemitismo
Hoy en día, el Museo Judío ofrece visitas guiadas con guías acreditados, en colaboración con la comunidad judía de Praga. Estas visitas forman parte de un programa especial de educación contra el antisemitismo, promoviendo el conocimiento y la memoria histórica.
Las visitas en checo tienen una duración de 2,5 horas y se llevan a cabo todos los domingos de 11:00 a 14:00, con un mínimo de tres participantes.
También es posible organizar visitas para escuelas, grupos culturales, clubes juveniles, asociaciones deportivas y grupos de jubilados, exclusivamente en checo y en horarios especiales bajo previa solicitud.
Josefov sigue siendo un testimonio vivo de la historia judía en Europa, preservando su memoria, cultura y legado para las generaciones futuras.