Vacaciones en la montaña: un lujo cada vez más inalcanzable para muchas familias checas
Una semana en las montañas checas se está convirtiendo poco a poco en un lujo reservado solo para los más pudientes. Aunque siguen siendo más económicas que los Alpes o los Tatras, el costo de una estancia invernal completa puede alcanzar fácilmente decenas de miles de coronas.
Según los hoteleros y operadores de remontes, cada vez más personas optan por reducir la duración de sus vacaciones, incluso durante las vacaciones de primavera. “La estancia mínima suele ser de una semana, aunque lo ideal hoy son entre tres y cinco días. Si se busca algo superior a lo estándar, hay que pagar un suplemento”, explicó Šárka Hejduková, de la pensión Kozí chlívek en Deštné v Orlických horách.
Una familia de cuatro miembros necesita al menos 35.000 coronas para cubrir alojamiento y forfait durante una semana, sin contar los gastos en comida y ocio. Comer en las pistas tampoco resulta barato: “Un menú infantil con bebida cuesta 210 coronas, y el plato principal para adultos empieza en 270”, comentó Zina Plchová, de la estación Černá hora–Pec. Según ella, una sola comida puede costar a una familia hasta 1.500 coronas.
A ello se suman los costos del alquiler del equipo de esquí: unos 1.600 CZK por niño y 3.000 CZK por adulto a la semana. Los operadores recomiendan reservar con antelación tanto alojamiento como forfaits para conseguir precios más bajos, especialmente en centros como Lipno o Klínovec, donde los descuentos pueden alcanzar “decenas de puntos porcentuales”.
Las inversiones también empujan los precios al alza. Este año, las estaciones de esquí han destinado cerca de 500 millones de coronas a tecnología y nieve artificial, esperando recuperar la inversión gracias a los turistas más solventes.
Pese a los altos costos, la temporada se perfila positiva para los hoteles de mayor categoría. “Ofrecemos sauna, spa y pistas de tenis. Si el cliente reserva con antelación, el precio resulta más ventajoso”, explicó Štěpánka Skoczyková, del Hotel Omnia en Janské Lázně. Según los datos del sector, los establecimientos de lujo alcanzan ya un 80 % de ocupación en Navidad y cerca del 60 % para todo el invierno.
Con el alza de precios generalizada, las vacaciones en la montaña siguen siendo un símbolo de descanso y bienestar… pero también, cada vez más, un privilegio para quienes pueden pagarlo.
