Nuevo objetivo climático de la UE divide a la política checa: Babiš acusa a Fiala de “traicionar a los ciudadanos”
Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea aprobaron esta semana los nuevos objetivos climáticos para 2040, un acuerdo que reduce las emisiones en un 85 % a nivel de toda la UE y aplaza por un año el controvertido sistema ETS2, encargado de gravar los combustibles y la calefacción doméstica.
El compromiso, celebrado por el ministro checo de Medio Ambiente, Petr Hladík (KDU-ČSL), generó de inmediato una fuerte reacción de la oposición. Andrej Babiš, líder del movimiento ANO, calificó el pacto como “una capitulación maquillada” y acusó al gobierno de Petr Fiala de “castigar a los ciudadanos con impuestos verdes y precios más altos”.
“Hladík presume de haber logrado concesiones, pero lo único que consiguió fue retrasar un año el problema. No entiendo por qué el gobierno no rechazó el plan, como sí lo hizo Polonia”, criticó Babiš en sus redes sociales.
A su vez, Karel Havlíček, vicepresidente del ANO, fue aún más duro:
“Se trata de un endurecimiento brutal del dogma verde. El retraso del ETS2 es como posponer la ejecución de un inocente. Celebrarlo es un acto de cinismo”.
¿Qué cambia realmente para los ciudadanos checos?
Según el economista Lukáš Kovanda, el retraso del ETS2 hasta 2028 no reducirá el impacto económico sobre los hogares.
“El objetivo central del Pacto Verde —la neutralidad de carbono en 2050— sigue intacto. Por tanto, las empresas deberán pagar precios aún más altos por los permisos de emisión para compensar el año perdido”, explicó Kovanda.
A su juicio, el verdadero alivio solo llegaría si la UE pospusiera el cumplimiento del Green Deal completo hasta 2075, lo que permitiría repartir el esfuerzo en un periodo más largo y moderar el aumento de los precios energéticos.
Analistas: la catástrofe energética no es inevitable
Otros expertos consideran, sin embargo, que el acuerdo representa un éxito diplomático. El analista Filip Křenek, del instituto Europeum, afirmó que la decisión es clave para que la UE llegue con un plan sólido a la cumbre climática COP en Brasil, prevista para 2035.
“Los escenarios catastróficos que circulan —como un aumento de tres o cuatro coronas por litro de combustible— son poco probables. La ETS2 apenas influye en los precios finales de la energía”, sostuvo Křenek.
El especialista recordó que la República Checa y Polonia son los países donde más se debate este sistema porque ya pagan las tarifas energéticas más altas de Europa, no por culpa del ETS2, sino por la alta carga regulada y los costes internos de las redes y energías renovables.
Riesgo de aislamiento y pérdida de fondos
Los economistas advierten que si el gobierno checo cediera a la presión política de ANO y rechazara aplicar el ETS2, el país podría quedar aislado dentro de la UE y perder hasta 50 000 millones de coronas del Fondo Social para el Clima, destinado precisamente a compensar a los ciudadanos por los costes de la transición verde.
“En última instancia, los que pagarían el precio del rechazo serían los hogares checos”, concluyó Křenek.
Un debate que marcará el futuro energético del país
Mientras Bruselas celebra un nuevo paso hacia la descarbonización y los ecologistas hablan de “compromiso responsable”, el debate interno en Chequia se intensifica.
Entre quienes ven en el ETS2 un “castigo verde” y quienes lo consideran una oportunidad para modernizar la economía, el país se enfrenta a un dilema que no solo es político, sino profundamente social: ¿quién pagará la factura de la transición climática?
