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Dinero

Babiš promete subir salarios pero recortar el aparato político: “Queremos eficiencia, no despidos”

El nuevo gobierno de ANO, SPD y Automovilistas busca un aumento salarial para policías, bomberos y sanitarios, mientras prepara una auditoría general del Estado y una ley “antiburocracia”.

Praga – El gobierno emergente de Andrej Babiš, integrado por el movimiento ANO, el SPD y el Movimiento de Automovilistas, ha dejado claro que su prioridad para el próximo año será reestructurar el funcionamiento del Estado. El gabinete planea aumentar los salarios de las profesiones esenciales —fuerzas de seguridad, bomberos y personal sanitario—, pero también reducir el número de cargos políticos y revisar a fondo las agendas de los ministerios.

Según el primer vicepresidente de ANO, Karel Havlíček, el objetivo no es despedir funcionarios, sino “hacer más eficiente la administración estatal”. “Todos esos grupos de trabajo del gobierno anterior fueron solo reuniones de café, no produjeron ningún resultado. Cada ministro tendrá que revisar su propia agenda”, declaró.

Havlíček adelantó que ANO quiere realizar auditorías ministeriales en cooperación con la Cámara de Comercio para detectar duplicidades y simplificar los procesos. Los resultados deberían traducirse en una “ley de desintoxicación”, conocida como ley antiburocrática, cuyo propósito sería “facilitar de una vez por todas el trabajo de las empresas”.

El dirigente recordó además el exceso de “diputados políticos” durante la anterior administración. “Yo no tenía ninguno, y estaba a cargo de industria, transporte y ciencia. El nuevo gobierno será muy sobrio en este aspecto”, afirmó.


Salarios: entre la presión sindical y el límite presupuestario

El nuevo ejecutivo se enfrenta ahora a la primera gran negociación: el aumento de los salarios públicos. El gabinete saliente de Petr Fiala (ODS) no logró un acuerdo con los sindicatos, y Babiš intenta ahora recomponer el diálogo.

“Nuestra política está orientada al mercado, pero con un componente social”, dijo Havlíček, quien confirmó conversaciones con los líderes sindicales Josef Středula y Roman Ďurč. El vicepresidente de ANO propuso un aumento intermedio entre el 5 % que planteaba el gobierno anterior y el 7 % exigido por los sindicatos.

Los representantes sindicales piden un incremento del 9 % para los trabajadores con sueldos más bajos y del 6 % para el resto, lo que afectaría a unas 675 mil personas en el sector público: docentes, sanitarios, funcionarios y personal cultural.

El futuro primer ministro, Andrej Babiš, subrayó que el aumento debe incluir “a todas las profesiones clave: policías, bomberos, soldados, funcionarios aduaneros, docentes y sanitarios”. Según él, es necesario revisar las escalas salariales y mejorar los sueldos iniciales, “que hoy están muy lejos del salario promedio”.

Tomio Okamura, líder del SPD, exige medidas más contundentes: “Durante el gobierno de Fiala los salarios reales cayeron un 10 %, mientras la inflación acumulada ronda el 30 %. Es necesario subirlos al menos un 10 %”, declaró. Propone financiar el aumento “deteniendo gastos innecesarios”, como el apoyo a los refugiados ucranianos, la compra de armamento o el financiamiento de “organizaciones políticas sin fines de lucro”.

Por su parte, Petr Macinka, del Movimiento de Automovilistas, adoptó un tono más moderado. “Ayudemos a policías, bomberos y rescatistas. Pero el Estado no puede endeudarse sin límite. Buscaremos ahorros en otras áreas, no en quienes cuidan de nuestra salud y seguridad”, señaló.


Entre el déficit y la búsqueda de eficiencia

El nuevo gobierno pretende mantener el control del gasto y reducir el déficit público, objetivo compartido por los automovilistas. “Insistiremos en que la tendencia del déficit disminuya”, afirmó su líder parlamentario, Boris Šťastný, quien recordó que al Fondo Estatal de Infraestructura de Transporte “le faltan decenas de miles de millones de coronas”.

Havlíček confirmó que el Ejecutivo planea una auditoría integral del Estado para identificar redundancias, optimizar procesos y revisar las subvenciones consideradas “excesivas o poco transparentes”.

El mensaje general del nuevo gabinete es claro: aumentar los salarios en sectores estratégicos, reducir el peso político dentro de los ministerios y frenar el gasto innecesario. En palabras de Havlíček, “el Estado debe ser más pequeño, pero más fuerte y eficaz”

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