Babiš derrotó a toda la derecha tradicional y deja a la izquierda checa al borde del colapso
Praga. — Contra todo pronóstico, Andrej Babiš logró una victoria aplastante en las elecciones, superando no solo a los partidos de derecha, sino también a todas las fuerzas tradicionales del panorama político checo. Su triunfo ha reconfigurado el mapa político del país, dejando tanto a la izquierda como a la coalición de centro-derecha en estado de shock.
En el caso de la izquierda, representada por el movimiento Stačilo!, la derrota ha sido doble: electoral y económica. Tras los comicios, comenzaron a llegar a la cuenta transparente del movimiento cientos de pequeñas contribuciones financieras, muchas de ellas de apenas unos centavos. Sin embargo, estas donaciones no son suficientes para cubrir los gastos de la campaña.
“Es evidente que la izquierda en la República Checa está en estado de coma”, afirman varios analistas. Muchas de las transferencias iban acompañadas de breves mensajes irónicos o mordaces, recordando la herencia fallida del antiguo Partido Comunista (KSČM).
Según el economista Lukáš Kovanda, Stačilo! actuó como “señuelo electoral” y ahora se encuentra en una situación financiera precaria que incluso podría derivar en la bancarrota. El presidente del movimiento, Daniel Sterzik, conocido por su blog bajo el seudónimo Vidlák, instó a sus seguidores en redes sociales a enviar contribuciones “para pagar las cuentas”.
Una cuenta transparente convertida en espacio público
La derrota de Stačilo! ha sido motivo de regocijo para muchos, algo que se refleja en los mensajes publicados junto a las donaciones. Por apenas un centavo, decenas de ciudadanos aprovecharon la cuenta como foro para expresar su opinión sobre el fracaso del movimiento, que no logró superar el umbral del 5 % necesario para entrar en la Cámara de Diputados.
Algunos mensajes recuperaban viejas heridas históricas:
“Por Milada Horáková, Josef Toufar, Jan Palach y los pilotos de la RAF. ¡Arrastren a los bolcheviques y no vuelvan!”, escribió un usuario.
Otros fueron más sarcásticos: “Por el piano, por la justicia bolchevique” o “Por el carbón, cerdo colaboracionista”.
No obstante, también hubo mensajes de apoyo genuino. “No se dejen intimidar. Bien por el primer intento. Quienes donaron 0,10 CZK pronto se preguntarán de dónde sacaron el cerebro”, escribió un colaborador que aportó mil coronas.
“Stačilo les jugó una mala pasada”
El comentarista Petr Fischer opinó que el caso Stačilo! ilustra la falta de realismo financiero del movimiento:
“Si te embarcas en una aventura así, debes estar preparado. El señor Sterzik ahora pide a sus votantes que paguen los costos de luchar por ellos. Me parece gracioso. Imaginan el movimiento como un hogar común, un modelo más propio de los años veinte que de la política moderna”, señaló en el programa Nový den de CNN Prima NEWS.
Kovanda añadió que el movimiento probablemente confiaba en entrar al Parlamento, lo que habría garantizado recursos para saldar sus gastos. “Cayeron en su propia trampa. Incluso podríamos ver una bancarrota, aunque creo que de algún modo sobrevivirán”, declaró en Zprávy Plus.
La derecha tradicional también en crisis
Pero no solo la izquierda debe preocuparse. La coalición de derecha Juntos —formada por ODS, TOP 09 y los democristianos KDU-ČSL— junto con el movimiento STAN de Vít Rakušan, tampoco logró superar a Babiš.
Para partidos como TOP 09 o los democristianos, la derrota representa prácticamente una sentencia de muerte política. Han desaparecido bajo la sombra de la ODS, un partido que surgió con la Revolución de Terciopelo y que alguna vez acusó a Babiš de colaborar con la StB, pero hoy se ve reducido a la mínima expresión.
Un nuevo ciclo político
La victoria de Babiš marca, según varios analistas, el inicio de una nueva era populista en la política checa. Sin embargo, también abre una oportunidad: el vacío dejado por la vieja izquierda y la derecha tradicional podría dar paso a nuevos movimientos políticos capaces de renovar la democracia del país.
Chequia deberá navegar los próximos cuatro años entre el populismo y la necesidad de cambio. Lo que surja de los Piratas y STAN podría determinar si el país logra un nuevo renacimiento político o se hunde aún más en la fragmentación.
