El 55 % de los checos desconfía del rumbo del país, según encuesta STEM
Praga. Más de la mitad de los ciudadanos checos considera que la República Checa no avanza en la dirección correcta. Según una encuesta publicada hoy por la agencia STEM, el 55 % de la población está insatisfecha con el rumbo del país. La cifra supone un repunte respecto al 53 % registrado el año pasado y devuelve la percepción ciudadana a los niveles de 2023.
La visión optimista es minoritaria: apenas el 18 % cree que la república avanza en la dirección correcta, mientras que el 27 % opina que la situación permanece estancada, sin progreso ni retroceso.
Una desconfianza persistente
STEM subraya que la sociedad checa mantiene una visión escéptica del desarrollo nacional por quinto año consecutivo. Entre los motivos, cita la sucesión de crisis recientes: migración, pandemia, energía, inflación y la guerra en Ucrania.
“Durante la mayor parte de la historia moderna, el público checo ha sido reservado en su evaluación positiva del rumbo del país; sin embargo, la distribución actual está extremadamente inclinada hacia las impresiones negativas y solo puede compararse con el periodo de la gran crisis económica de 2009 a 2013”, señala el informe.
En aquel tiempo, la insatisfacción alcanzó el 54 %. Luego descendió hasta un mínimo del 28 % en 2020, antes de volver a superar el 50 % en los años siguientes, a raíz de la pandemia y de la guerra en Ucrania.
Polarización política
El análisis de STEM muestra una clara división entre votantes. Los simpatizantes de partidos opositores o extraparlamentarios —como ANO, SPD, Stačilo! o Motoristas— concentran la mayor parte de la crítica. Por el contrario, quienes respaldan a la coalición Spolu, al movimiento STAN y al Partido Pirata se muestran relativamente más satisfechos con la evolución del país.
Entre los partidarios de la coalición gubernamental, la responsabilidad de la situación se atribuye a la entrada en política de Andrej Babiš y al ciclo de crisis de la última década. La oposición y los partidos antisistema culpan directamente al actual gobierno de Petr Fiala (ODS), a las reformas económicas, a la integración en la Unión Europea o incluso a los cambios posteriores a 1989.
La encuesta se realizó en agosto sobre una muestra de 1.500 ciudadanos.
Elecciones a la vista
El contexto electoral refuerza el tono polarizado. La campaña de este año, marcada más por la defensa de programas propios que por la presentación de visiones de futuro, enfrenta a la coalición gobernante Spolu con una oposición enérgica.
El mensaje de Spolu, liderada por el primer ministro Petr Fiala, se centra en la gobernanza responsable y en la defensa de los valores democráticos. Su lema es claro: “Ahora es el momento de tener la valentía de tomar las decisiones correctas”. Fiala advierte que las elecciones serán decisivas: “Se tratará de democracia. Se tratará de seguridad”.
La coalición recuerda además sus resultados económicos: una inflación reducida al 1,8 % frente al 10 % heredado de ANO, bajo desempleo e inversión pública creciente.
Una oposición en clave reactiva
Frente a ello, la coalición comunista Stačilo se presenta como la “voz de la mayoría silenciada” y promete “limpiar el desastre dejado por el gobierno de Fiala” mediante una auditoría completa de las finanzas públicas.
Tanto en el oficialismo como en la oposición, la estrategia de campaña es en gran medida reactiva. Más que ofrecer planes de futuro, los partidos responden a los temores inmediatos de la ciudadanía: amenaza al sistema democrático, inseguridad, populismo o descontento económico. Mientras tanto, problemas estructurales de largo plazo —como la crisis climática, el envejecimiento de la población o la inserción laboral de los jóvenes— siguen relegados a un segundo plano.
