Los cómics: de jeroglíficos y tapices medievales a superhéroes modernos
¿Te gustan los cómics? ¿Tus recuerdos de infancia incluyen aventuras de Trébol de Cuatro Hojas o viñetas de Rápido y Furioso? Si aún de adulto disfrutas de los mundos ilustrados, no estás solo. Los cómics siguen vivos y, cada vez más, se reivindican como una forma de arte que trasciende el simple entretenimiento infantil.
De hecho, cada 25 de septiembre se celebra el Día Internacional del Cómic, un recordatorio de que las historias narradas en viñetas y globos de diálogo forman parte de un patrimonio cultural de siglos. Sus raíces pueden rastrearse en obras tan antiguas como la Columna de Trajano en Roma, los jeroglíficos egipcios o el Tapiz de Bayeux, considerado por muchos como un cómic medieval de 70 metros de largo que narra la conquista normanda de Inglaterra.
Satira, historia y primeras publicaciones
Con el tiempo, los cómics fueron adoptando nuevas formas. En el siglo XVIII, el pintor y grabador inglés William Hogarth utilizó series de imágenes secuenciales para criticar la política y la sociedad de su época. En el XIX, en Estados Unidos, Yellow Kid marcó en 1896 el inicio del cómic moderno, abriendo camino a un fenómeno global.
En Chequia, los primeros títulos aparecieron en los años veinte del siglo pasado. Figuras como Josef Lada y Ondřej Sekora crearon héroes inolvidables para los más pequeños, mientras que la serie Flechas Rápidas, de Jaroslav Foglar, se convirtió en un verdadero fenómeno cultural con generaciones de seguidores.
Del Trébol de Cuatro Hojas a Mourrison
En 1969 nació Trébol de Cuatro Hojas, la historieta que aún hoy entretiene a niños y adultos con las aventuras de Myšpulín, Bobík, Pindi y Fifinka. Este cómic ostenta el récord de ser el más duradero de la historia checa, con casi mil números publicados, un museo en Doksy y hasta su propia ruta turística.
La tradición continuó con títulos como Zelený Raoul, sátira política publicada en la revista Reflex entre 1995 y 2022, o el célebre Alois Nebel de Jaroslav Rudiš, que incluso saltó al cine. A inicios de los 2000 surgió Mourrison, un gato irreverente que conquistó las páginas de la revista ABC y se convirtió en otro icono popular.
Un arte que trasciende generaciones
Cuando en 2009 el portal Komiksárium organizó una encuesta para elegir el mejor cómic checo de todos los tiempos, el título ganador fue Muriel y los Ángeles de Kája Saudek, considerado el “rey del cómic checo”. Su estilo audaz, mezcla de aventura, romance y humor, representa el espíritu de una tradición que sigue en plena evolución.
Hoy, los cómics son tanto un espacio de nostalgia como un terreno de innovación. Desde las tiras satíricas hasta las novelas gráficas contemporáneas, este medio se consolida como un puente entre historia, arte y entretenimiento. Y el 25 de septiembre, en su día internacional, lectores y artistas celebran esa magia que ocurre cada vez que alguien abre un cómic y se deja llevar por sus mundos.