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Dinero

El euro divide a los partidos checos en plena campaña electoral

Praga. – La adopción del euro se ha convertido en uno de los temas más controvertidos de la actual campaña electoral en la República Checa, generando divisiones tanto entre los partidos políticos como dentro del propio gobierno. Mientras que formaciones como STAN, TOP 09 y los Piratas presionan para iniciar el proceso en el próximo periodo electoral, el ODS, socio en la coalición Spolu, mantiene una postura mucho más cautelosa.

El movimiento STAN ha sido uno de los más claros: en su programa asegura que la introducción de la moneda común es una solución clave para garantizar el crecimiento económico a largo plazo. Promete que, tres meses después de las elecciones, designará un representante del gobierno para gestionar la entrada en el Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II), paso previo a la adopción del euro. Los Piratas también respaldan la medida, argumentando que permitirá reducir los costes de la deuda pública, abaratar la financiación empresarial y dar mayor estabilidad frente a la política monetaria del Banco Nacional Checo (CNB). TOP 09 fija como meta la incorporación a la eurozona en 2030.

El ODS, sin embargo, apuesta por un enfoque más prudente. El ministro de Finanzas, Zbyněk Stanjura, declaró que la entrada en el euro debe cumplirse únicamente cuando la República Checa reúna los criterios de Maastricht —inflación controlada, disciplina fiscal, estabilidad cambiaria y tipos de interés— y, sobre todo, cuando exista un consenso social amplio. “Nuestra moneda tiene una larga tradición. No podemos seguir el mismo modelo que Croacia o los países bálticos”, subrayó.

Falta de apoyo ciudadano

El bajo interés de la población en el euro es un argumento clave para el ODS. Según Stanjura, todos los países que han adoptado la moneda común lo hicieron con un respaldo social amplio y transversal entre partidos. Sin ese consenso, advirtió, cualquier debate corre el riesgo de quedarse en lo “puramente académico”.

Los partidos opositores refuerzan esta visión. El SPD y ANO rechazan la adopción del euro en sus programas, al igual que movimientos extraparlamentarios como STAČILO! y Automovilistas, que consideran la pérdida de la corona checa una amenaza para la soberanía nacional.

Debate económico

El vicepresidente de la Cámara de Diputados y economista del ODS, Jan Skopeček, defendió que la corona checa ha mostrado una estabilidad que favorece a la economía nacional y cuestionó la idea de que el euro sea garantía de prosperidad. “La economía europea no empezó a crecer más con el euro. De hecho, las diferencias entre el norte y el sur de Europa se han ampliado”, afirmó.

En su opinión, la adopción de la moneda común implicaría una renuncia a la política monetaria propia sin beneficios claros que superen los costes. “La decisión debe tomarse cuando los beneficios para la sociedad y la economía superen los riesgos”, concluyó.

Mientras tanto, la República Checa sigue dividida: entre quienes ven en el euro una herramienta de integración y estabilidad económica, y quienes lo consideran una amenaza a la soberanía y al buen desempeño de la corona.

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