Nuevos aranceles de Trump: impacto indirecto en la economía checa
Los nuevos aranceles introducidos por la administración del presidente estadounidense Donald Trump entraron en vigor este jueves en Estados Unidos. Las medidas afectarán a importaciones procedentes de decenas de países, incluida la Unión Europea. ¿Tendrán consecuencias para los ciudadanos y empresas de la República Checa? ¿Es posible mitigarlas?
En el programa Headline, el economista Petr Dufek explicó que los aranceles son solo una de las cuatro piezas de la estrategia de Trump para atraer a más empresas extranjeras a Estados Unidos. Según el plan, la tasa general no superará el 15 %, excepto en el caso del aluminio y el acero, que seguirán gravados con un 50 %.
Impacto en la industria automotriz
Aunque la República Checa no es un socio comercial prioritario para EE.UU., la medida afectará de forma indirecta a su economía, especialmente a través de las exportaciones de piezas de automóviles a Alemania, uno de los mayores exportadores de vehículos al mercado estadounidense.
“Tenemos una relación económica muy estrecha con Alemania, sobre todo en automoción y maquinaria. Por eso estamos reforzando nuestras actividades de apoyo a la exportación”, declaró Lukáš Vlček, ministro de Industria y Comercio (STAN).
Desde la oposición, Karel Havlíček (ANO) advirtió que “habrá que observar si las empresas alemanas reducen sus exportaciones”. El director de la Asociación de la Industria Automotriz, Zdeněk Petzl, añadió que el arancel del 15 % podría encarecer los vehículos europeos para el consumidor estadounidense, reduciendo las ventas.
El portavoz de Škoda Auto, Tomáš Kotera, reconoció que esta situación “tendrá un impacto indirecto” en la compañía y en toda la cadena de proveedores. Marcas como BMW, Mercedes, Audi o Porsche serían las más afectadas, lo que repercutiría en fabricantes checos de componentes, según el experto Petr Knap.
Efectos en el acero y la competitividad
El economista Pavel Peterka señaló que el efecto no será inmediato, ya que muchos exportadores europeos adelantaron envíos para evitar los nuevos aranceles. Sin embargo, cuando suban los precios en EE.UU., algunos productos checos podrían perder competitividad.
En el caso del acero, gravado con un 50 %, Dufek advirtió que “resultará prácticamente inviable exportar a Estados Unidos en este segmento”.
Las cuatro piezas de la estrategia
Dufek resumió la política de Trump en cuatro medidas clave:
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Energía barata —un tercio más económica que en la UE—.
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Reducción de impuestos.
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Mínima burocracia y eliminación de regulaciones climáticas.
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Aranceles sobre productos extranjeros.
¿Y para el ciudadano checo?
El impacto directo sobre la población checa será mínimo, a menos que la UE imponga aranceles en respuesta. El riesgo mayor recae en la reducción de exportaciones de piezas a Alemania y Eslovaquia, cuyos fabricantes destinan gran parte de su producción a EE.UU.
Dufek concluyó que la mejor defensa es crear un entorno empresarial competitivo para retener a las empresas en el país y fomentar el crecimiento económico.