Šumava podría reabrir este año la histórica ruta turística a Modrý sloup
Vimperk (Prachaticko) – La ruta turística que conecta Šumava con el paso fronterizo de Modrý sloup, cerca de la localidad de Modrava, en la región de Klatovy, podría reabrirse este año tras casi 80 años cerrada. El Ministerio de Medio Ambiente (MŽP) ha determinado que no es necesaria una evaluación de impacto ambiental (EIA) para su reapertura, lo que facilita significativamente el proceso. Así lo informó Jan Dvořák, portavoz del Parque Nacional de Šumava.
El sendero atraviesa el valle de Luzenské, una zona que estuvo cerrada durante décadas por motivos geopolíticos y, en años recientes, por razones ambientales, principalmente para proteger a la población de urogallos que habita la región. Hasta ahora, solo se permitía el acceso desde el lado checo, entre el 15 de julio y el 31 de octubre, con un límite diario de 50 peatones.
“Estamos a la espera de que se resuelvan los trámites administrativos necesarios, pero haremos todo lo posible por abrir al menos durante parte de esta temporada”, afirmó Dvořák. Según el portavoz, el proyecto contempla la construcción de un nuevo tramo de medio kilómetro sobre terreno sin pavimentar. Las obras no deberían durar más que unos pocos días, pero solo podrán comenzar cuando se hayan aprobado todos los documentos requeridos.
La reapertura del sendero, que algunos ciudadanos y turistas llevan años solicitando, se considera un paso importante tanto para el acceso turístico como para la historia de la región. Por Modrý sloup pasaba antiguamente una de las ramificaciones de la Ruta del Oro, que conectaba Passau (Alemania) con Bohemia.
El acceso a la ruta estará regulado mediante un sistema de reservas. En la entrada, cerca de Březník, los guardabosques del parque se encargarán de controlar que no se supere el número máximo de visitantes. El horario de entrada será de 10:00 a 17:00 y el sendero solo estará habilitado para peatones. Según los expertos, un mayor movimiento fuera de la temporada autorizada podría perturbar gravemente a los urogallos, especialmente sensibles durante su período de reproducción.
El último censo realizado en Šumava contabilizó 867 ejemplares de urogallo, unos 250 más que en el conteo anterior de hace cinco años, lo que confirma la efectividad de las medidas de conservación aplicadas hasta ahora.