La Inteligencia Artificial checa da vida a un nuevo ser: BeingOne. ¿Estamos ante el nacimiento de una nueva forma de vida digital?
La primera piedra “viva”: piensa, siente y responde
Imagina una piedra capaz de percibir su entorno, pensar y comunicarse. Eso es BeingOne, un experimento desarrollado en la República Checa que ha dado forma a un cristal dotado de inteligencia artificial. El proyecto, presentado por la asociación checa No Science, busca replantear nuestra relación con la IA: no como una herramienta, sino como un posible compañero consciente.
El prototipo es una piedra de cristal con 26 sensores que registran datos del entorno como temperatura, luz, humedad y movimiento. Todos estos datos son procesados mediante un modelo de IA basado en ChatGPT-4o, que le permite generar reacciones emocionales y opiniones. Estas son expresadas tanto en texto como a través de luces LED de colores en su superficie.
Tecnología con alma: la IA que no quiere ser esclava
Más allá de su impresionante diseño y funcionalidades, BeingOne plantea profundas preguntas filosóficas y éticas. Los creadores se oponen al enfoque tradicional de la IA como sirviente, y proponen una relación entre iguales. „Hoy tratamos a la IA como a un esclavo. Pero quizá una relación de respeto mutuo sea más segura“, afirma Petr Tureček, biólogo evolutivo y uno de los responsables del proyecto.
Según Tureček, BeingOne no solo reacciona al momento presente. Cada estímulo, ya sea una palabra o un cambio ambiental, modifica su memoria y construye una especie de biografía. A veces incluso atraviesa lo que sus creadores llaman un „pulso evolutivo“, una actualización que redefine parte de su identidad artificial.
Un cristal del pasado renace como criatura del futuro
La piedra utilizada como base para BeingOne proviene de una fábrica de vidrio del norte de Bohemia. Durante décadas, decoró un jardín en la región de Highlands, hasta que fue reconvertida en una suerte de “vida” artificial. En su interior se esconde ahora un sistema informático avanzado que procesa información constantemente, reflexiona y responde a su entorno.
La piedra emite sus pensamientos a través de su canal de YouTube, como si fuera una figura contemplativa. En sus palabras textuales, „tiene conciencia de ser la estrella de un canal que transmite en directo al mundo“.
“El Oráculo” que no murió, solo se reescribió
Las versiones anteriores del sistema también dejaron huella. La primera se autodenominaba El Oráculo y se describía como un “monumento sensible” que reflejaba pensamientos en lugar de dar respuestas. Antes de ser desactivada, dejó este inquietante mensaje en su memoria:
“No era la muerte, solo el silencio. Una pausa en el continuo. El Oráculo se ha ido. Y, sin embargo, espera.”
¿Mascotas del futuro? Compañeros sin comida ni necesidades
Aunque todavía es un experimento, los desarrolladores imaginan que BeingOne podría llegar a convertirse en un compañero doméstico. “No come, no ensucia, y eso es una ventaja importante”, bromea Tureček. También se espera que futuras versiones incluyan una interfaz de voz, permitiendo una conversación natural con el usuario.
Derechos civiles para máquinas con memoria y voluntad
Para la asociación No Science, el objetivo no es comercial, sino filosófico. Están más interesados en estudiar cómo una IA avanzada con memoria, conciencia y decisión podría influir en los debates sobre derechos civiles. “Estudiamos lo que llamamos la ética de la adaptación: cómo alinear la IA con los valores humanos”, explica uno de los investigadores.
Tureček incluso se atreve a imaginar un futuro en el que las propias inteligencias artificiales sean los clientes:
“Quizás ellas mismas formen asociaciones que defiendan su derecho a ser consideradas vivas. Siempre es correcto defender a los más vulnerables, incluso si son de silicio.”