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la cerveza checa

Se acerca el verano y, con él, el aumento del consumo de cerveza en Chequia. Para los checos, esta bebida es casi una religión. En los meses cálidos, el consumo de cerveza tradicional con alcohol sigue siendo mayor, pero en los últimos años la cerveza sin alcohol ha ido ganando terreno, llegando incluso a superar en ventas a las clásicas.

Pero ¿es realmente tan saludable como parece?

La cerveza sin alcohol: ¿un salvavidas o un lobo con piel de cordero?

Muchos la ven como la opción ideal para quienes deben conducir o simplemente quieren evitar los efectos del alcohol. Sin embargo, esta bebida puede no ser tan inofensiva como aparenta.

¿De verdad crees que no lleva nada de alcohol?

¡Mejor revisa la etiqueta! Y no te dejes engañar: que no contenga alcohol no significa necesariamente que sea más “saludable” que una cerveza tradicional.

Hoy en día existen vinos, cócteles e incluso vodkas sin alcohol, pero la cerveza sigue siendo la reina de este mercado alternativo.

El proceso de elaboración: igual que la cerveza normal

Sí, leíste bien. La cerveza sin alcohol se elabora como cualquier otra cerveza, pero con un paso adicional para eliminar el alcohol. Estos son los principales métodos:

  • Destilación o extracción al vacío: se elimina el alcohol usando una máquina especial.

  • Interrupción de la fermentación: se detiene el proceso antes de que la levadura genere alcohol.

  • Inmovilización de la levadura: se emplean levaduras modificadas que no producen alcohol, dando lugar a una cerveza sin alcohol con un sabor muy parecido al original.

¿“Sin alcohol“? No siempre es cierto

Una cerveza etiquetada como “sin alcohol” puede, de hecho, contener pequeñas cantidades de este. Dependiendo del método de elaboración, pueden quedar rastros de alcohol etílico. Aunque sea poco, ahí está.

¿Un ejemplo claro?
Mientras que una cerveza clásica tiene en torno al 5% de alcohol, muchas cervezas “sin alcohol” contienen entre un 0,4% y un 0,5%.

¿Apta para embarazadas y conductores?

¿Se puede conducir tras beber cerveza sin alcohol? ¿Pueden consumirla mujeres embarazadas o en periodo de lactancia?

La respuesta no es tan simple. Aunque el etiquetado diga “0.0%”, algunos análisis han encontrado niveles de alcohol superiores al permitido. Además, si se consumen varias, el cuerpo puede reaccionar de forma parecida a como lo haría con una cerveza normal. Por eso, no es recomendable para embarazadas ni para quienes van a conducir.

El azúcar oculto: una trampa calórica

Muchos creen que, al no tener alcohol, la cerveza sin alcohol también tiene menos azúcar. Pero esto no siempre es así. De hecho, algunas marcas tienen más azúcar que la cerveza tradicional, lo que se traduce en más calorías.

La razón: para compensar el sabor perdido al eliminar el alcohol, los fabricantes suelen añadir azúcar, edulcorantes o potenciadores del sabor.

¿Y qué pasa con la salud?

Es cierto que la cerveza contiene algunas vitaminas beneficiosas. Pero cuando hay alcohol de por medio, esos beneficios se ven anulados. Por eso, la cerveza sin alcohol podría parecer una mejor alternativa.

Sin embargo, ese azúcar añadido dispara los niveles de glucosa en sangre, obligando al páncreas a trabajar más. Consumirla con frecuencia puede contribuir a la resistencia a la insulina, el síndrome metabólico o incluso a la diabetes tipo 2.

Además, para simular el sabor original, muchos fabricantes emplean aromas artificiales, estabilizantes y otros químicos.

Entonces… ¿deberíamos dejar de beberla?

No necesariamente. Si optas por cerveza sin alcohol, elige marcas con ingredientes naturales y sin aditivos innecesarios. La regla de oro: cuanto más corta y clara sea la lista de ingredientes, mejor.

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