La región de Pilsen, donde la cerveza no solo se bebe, también se cocina
Imagine un gulash en el que la carne se deshace como mantequilla caliente, un queso marinado en cerveza y un strudel de manzana cuya masa lleva cerveza en lugar de agua. En Pilsen, esto no es una fantasía: es tradición. Como diría un local: «¡Tienes que probarlo, si no, te quedas seco!»
La región de Plzeň (Pilsen), la tercera más grande de la República Checa, ofrece una combinación única de historia, cultura, naturaleza y, sobre todo, cerveza. Su capital homónima no solo alberga una de las cervecerías más famosas del mundo, sino que también fue Capital Europea de la Cultura en 2015.
Chodské koláče y decoración tradicional
Además de la cerveza, la gastronomía regional brilla por su repostería, especialmente la tarta chodská, un pastel típico de la región de Chodsko. Elaborado con semillas de amapola, requesón y dulce de leche, su decoración (llamada merh) varía según la zona y puede incluir pasas, almendras y motivos florales. Por su complejidad y coste, tradicionalmente solo se horneaba en celebraciones especiales.
Recetas de campo con sabor a hogar
Los platos a base de patata también son parte esencial de la cocina tradicional. El hluchec (pastel de patata con tocino ahumado), el báč (mezcla de patatas, huevos, harina y especias horneada) y las vošouchy (tortitas de patata) reflejan una cocina campesina basada en ingredientes simples y sabrosos.
Cocinar con cerveza: una tradición viva
En Pilsen, la cerveza no es solo para beber: es parte de la cocina diaria. Desde un gulash cocinado lentamente en cerveza oscura, hasta quesos marinados como el hermelín o el romadur, pasando por sopas, salsas y marinados. Incluso los postres, como el strudel, se reinventan gracias a esta bebida milenaria.
Receta: Strudel de manzana a la cerveza
¿Se atreve con una versión checa del clásico strudel? Esta receta sustituye el agua por cerveza en la masa, logrando una textura crujiente, ligera y con un sabor ligeramente ácido que realza el dulzor del relleno.
Ingredientes:
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450 g de harina común
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140 g de mantequilla
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200 ml de cerveza
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1 kg de manzanas
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80 g de azúcar
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40 g de nueces picadas
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40 g de pasas
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1 sobre de azúcar vainillado
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50 g de pan de especias rallado
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1 huevo
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1 cucharadita de canela molida
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15 g de azúcar glas para espolvorear
Preparación:
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Mezcle la harina, la mantequilla ablandada y la cerveza hasta formar una masa suave. Cubra con film y refrigere 30 minutos.
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Pele las manzanas, descorazónelas y córtelas en láminas finas. Mezcle con azúcar, nueces, pasas, canela y azúcar vainillado.
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Estire la masa en dos láminas sobre una superficie enharinada. Espolvoree con el pan de especias rallado y distribuya el relleno.
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Enrolle, cierre los extremos y coloque en una bandeja forrada con papel de hornear.
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Pincele con huevo batido y hornee a 180 °C durante unos 30 minutos, hasta que esté dorado.
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Deje enfriar, espolvoree con azúcar glas y sirva.
La cerveza, en Pilsen, no es solo una bebida: es una forma de vivir, de cocinar y de celebrar. Desde la fábrica hasta el plato, esta región demuestra que su espuma dorada tiene muchas más vidas de las que uno imagina.