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el castillo

Disputa en Jihlava por la restauración de su monumento más valioso. En Jihlava ha estallado una insólita disputa en torno a la Puerta de la Madre de Dios, el monumento más emblemático y valioso de la ciudad. Esta construcción del siglo XIII, última superviviente de las cinco puertas originales de las antiguas fortificaciones, se encuentra en un estado alarmante que requiere una reparación urgente.

„La puerta está en muy mal estado. El yeso de la galería se está cayendo en algunos lugares y el interior también presenta goteras“, advierte Soňa Krátká, directora del monumento.

Sin embargo, las obras se han visto paralizadas por un desacuerdo entre conservacionistas y parte del público. Los expertos en patrimonio proponen una restauración tradicional, que incluiría un nuevo enlucido. En cambio, varios habitantes de Jihlava y algunos especialistas argumentan que esta solución podría resultar contraproducente a largo plazo, ya que el yeso podría desprenderse de las piedras con el paso del tiempo.

Las autoridades locales y los conservadores deberán definir el enfoque final de la reconstrucción a más tardar en verano. Las obras interiores están previstas para comenzar en otoño y deberían estar concluidas en un plazo de tres años, con un coste estimado de 15 millones de coronas checas.

La Puerta de la Madre de Dios, construida a mediados del siglo XIII como parte del sistema de fortificaciones de la ciudad minera de Jihlava, ha tenido una historia rica y compleja. Originalmente formaba parte de una muralla de tres kilómetros de longitud con torres, bastiones, foso y cinco accesos, todos protegidos con puentes levadizos. A lo largo de los siglos, la puerta fue reconstruida y ampliada tras incendios y reformas, alcanzando su aspecto actual en el siglo XVI, con una ampliación renacentista que elevó su altura a 24 metros. En 1853, se le añadió un reloj.

Hoy en día, la puerta sigue viva como espacio público. Funciona como torre de observación y centro cultural. En su interior se encuentran dos exposiciones permanentes: una dedicada a la historia de Jihlava a través de reproducciones del pintor Gustav Krum, y otra sobre el origen y evolución de las fortificaciones. Además, el edificio alberga un centro de información, así como espacios disponibles para alquiler, como salas de conferencias y un parque.

La decisión sobre cómo preservar esta joya arquitectónica será clave no solo para la ciudad, sino también para la protección del patrimonio histórico checo.

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