La República Checa no necesita introducir un sistema de depósito para alcanzar los objetivos europeos actuales, puesto que ya se están cumpliendo. La cuestión es si el sistema actual podrá alcanzar la tasa de recogida del 90% fijada por la Directiva sobre plásticos de un solo uso para 2029 sin un cambio importante mediante la introducción de un sistema de depósito.
Experiencia eslovaca con el depósito
Eslovaquia introdujo un sistema de depósito obligatorio para las botellas y latas de PET en enero de 2022. Tras un año de funcionamiento, el sistema eslovaco está mostrando resultados relativamente positivos: se han recogido más de 820 millones de envases con un elevado índice de recuperación, superior al 70% y, posteriormente, hasta el 92%.
Desde el punto de vista medioambiental, Eslovaquia ha conseguido reducir significativamente la presencia de botellas y latas sueltas en el campo, en un 95% según las estimaciones. Sin embargo, la experiencia eslovaca también ha revelado algunas complicaciones, principalmente de carácter logístico. En la fase inicial, se produjo una saturación de las máquinas expendedoras en las tiendas y una falta de frecuencia en la recogida de los envases devueltos. Los consumidores tenían que enfrentarse a los problemas de transportar grandes cantidades de envases sin apilar de vuelta a las tiendas. Este problema persiste en varias localidades.
A pesar de algunas dificultades, después de más de un año de funcionamiento, el sistema de depósito eslovaco es valorado por las instituciones oficiales como un éxito y podría servir de inspiración para la República Checa, pero hay que tener en cuenta que la situación de partida en Eslovaquia era diferente: la tasa de clasificación de botellas de PET antes de la introducción del sistema de depósito sólo rondaba el 60%.
Riesgos y desventajas del depósito
La introducción de un sistema obligatorio de pago por adelantado en la República Checa está asociada a una serie de riesgos e inconvenientes potenciales que deben considerarse detenidamente. Uno de los principales argumentos en contra del pago por adelantado es la creación de un flujo paralelo de gestión de residuos. Mientras que las botellas de PET han formado parte hasta ahora de un único sistema de recogida de plásticos, la introducción del pago por adelantado crearía un flujo separado sólo para envases de bebidas. Esto podría socavar la economía del sistema existente, en el que se han realizado considerables inversiones en el pasado. Las botellas de PET representan la parte más valiosa de los residuos plásticos, que en parte «subvenciona» el reciclado de otros plásticos menos atractivos. Su eliminación podría encarecer la gestión de otros plásticos y reducir la tasa global de reciclado.
El impacto en los minoristas también es un problema importante, especialmente en las tiendas más pequeñas de los municipios más pequeños. Estas tiendas a menudo luchan por sobrevivir y la introducción de un sistema de depósito supondría una administración adicional, el coste de adquirir máquinas de reciclaje o dedicar personal a la recogida de botellas, y la necesidad de destinar un espacio limitado al almacenamiento de los envases devueltos.
Desde el punto de vista del consumidor, la introducción de un sistema de depósito supondría tener que almacenar botellas sin tallo en casa y transportarlas después a la tienda, lo que representa un cambio significativo respecto al cómodo sistema actual de contenedores amarillos. Las máquinas de canje sólo pueden aceptar botellas sin formato, lo que dificulta el almacenamiento de grandes cantidades de envases en el hogar. Además, las latas tienen el problema de la deformación durante su manipulación normal, lo que puede provocar su rechazo por la máquina y la pérdida del depósito.
La introducción de un sistema de depósito también podría reducir paradójicamente el incentivo general para clasificar los residuos. Si los ciudadanos sólo están motivados para devolver los envases depositados, la clasificación de otros plásticos y otros materiales podría disminuir. Este efecto se ha observado, por ejemplo, en Alemania, donde la tasa de reciclaje de residuos de envases de plástico disminuyó tras la introducción del sistema de depósito.
Necesitamos una solución integral para los residuos
Es importante evaluar de forma crítica la importancia de las botellas y latas de PET en la basura y si la introducción de un sistema de depósito tendría un impacto significativo en el problema general de los residuos en el campo.
Los envases de plástico fino, las microbolsas, las bolsas de plástico ligeras, las colillas y otros materiales también constituyen una parte importante de los residuos. Estos materiales suponen una grave amenaza para el medio ambiente: contaminan la naturaleza y las fuentes de agua, se descomponen en microplásticos en la naturaleza y pueden causar la muerte de los animales que los ingieren.
En el contexto del volumen total de residuos plásticos, las botellas de PET representan sólo una pequeña parte. En la República Checa se generan anualmente alrededor de 1,2 millones de toneladas de residuos de envases, de las cuales 250.000 toneladas son residuos de envases de plástico y sólo unas 51.000 toneladas son residuos de envases de PET (por tanto, alrededor del 4,25% del total de residuos de envases se tratará mediante depósito). Introducir un sistema de depósito específico para las botellas y latas de PET supondría, por tanto, invertir importantes recursos en abordar sólo una pequeña parte del problema general de los residuos.
Actualmente, la ley de depósito de botellas de PET está bloqueada en la Cámara de Diputados, la ley ni siquiera se ha debatido en primera lectura y no se aprobará antes de las elecciones de otoño. El camino a seguir dependerá de la nueva Cámara de Diputados y del acuerdo político.