Según una encuesta realizada a finales del año pasado entre estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria en Praga, un tercio de ellos sufre de ansiedad, casi el 30 % tiene problemas de sueño, y uno de cada cinco requiere ayuda profesional.
El estudio fue elaborado por el Centro de Servicios Sociales de Praga y procesado por la agencia Anreva Solution. Participaron 10.238 estudiantes de entre 11 y 21 años.
“No son las cifras que nos gustaría mostrar, pero son cifras que necesitamos escuchar y con las que debemos trabajar. Y tratar de mejorarlas lo antes posible”, declaró la teniente de alcalde de Asuntos Sociales y Sanidad, Alexandra Udženija (ODS), durante la presentación de los resultados.
Uno de los ejes de la investigación abordó la satisfacción general. Se incluyeron preguntas como si los estudiantes esperan algo con ilusión o si han vivido algo agradable en las últimas dos semanas. “Tenemos un segmento de niños que responde que no. No tienen alegría en la vida, no disfrutan de la vida”, afirmó el director de la investigación, Roman Petrenko.
Tras la pandemia de Covid, estos casos representaban un tercio del total; hoy constituyen el 21 % de los encuestados. Y todos ellos necesitan algún tipo de apoyo psicológico profesional.
Según Petrenko, los resultados son más preocupantes en el caso de las niñas, ya que tienden a expresar con mayor claridad sus emociones. Más del 10 % de los estudiantes presentan síntomas graves de ansiedad, y al 30 % se le recomendó una intervención profesional.
La depresión también fue evaluada: el 7 % muestra síntomas graves, el 12 % síntomas moderados graves, y un 20 % síntomas moderados. En muchos casos, estos problemas derivan en ausentismo escolar o una asistencia irregular.
En cuanto al sueño, más del 30 % de los estudiantes duermen menos de seis horas y media, lo que constituye una privación crítica que puede afectar su rendimiento cognitivo. “Tenemos estudiantes que están cansados y se quedan dormidos durante las clases. Cuando les preguntamos por qué, admiten que se acuestan tarde o tienen pesadillas frecuentes”, detalló Petrenko.
Otro de los aspectos analizados fueron las relaciones escolares. Solo el 25 % de los estudiantes afirmó sentirse cómodo en clase. “No tenemos evidencia numérica de que el acoso escolar o los abusos entre estudiantes estén aumentando. Estos fenómenos ya existían hace cinco o veinte años”, explicó Petrenko.
Sin embargo, señaló un problema preocupante: la falta de confianza en los profesores. Más del 50 % de los estudiantes afirmaron no tener en su escuela a ningún adulto en quien puedan confiar.