El turismo, aunque vital para el desarrollo económico de muchos países —como en el caso de Croacia, donde representa un motor esencial— no siempre tiene consecuencias positivas. En ciudades como Praga, el crecimiento del turismo ha generado un serio problema en el acceso a la vivienda: los precios de los alquileres se disparan y los residentes se ven forzados a trasladarse a las periferias, a pesar de que sus trabajos se encuentran en el centro. Esto afecta directamente la calidad de vida de los ciudadanos y ha encendido las alarmas en las autoridades locales.
Además del problema habitacional, el turismo masivo conlleva consecuencias ecológicas, como el aumento en la generación de basura —tirada irresponsablemente en calles y bosques—, y el incremento del uso de transportes contaminantes que agravan los niveles de emisión de gases nocivos para el medio ambiente.
Una de las principales preocupaciones en Praga es el auge de los alojamientos de corta duración, como los gestionados a través de Airbnb, que contribuyen significativamente al alza de los precios de los alquileres residenciales. Actualmente, se estima que existen unos 40.000 apartamentos en la capital checa destinados exclusivamente a este tipo de alojamiento turístico.
Praga busca regular Airbnb ante la crisis de alojamiento en la ciudad
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Praga ha planteado la necesidad urgente de regular este fenómeno. Sin embargo, los esfuerzos por implementar un decreto regulador se vieron obstaculizados tras una enmienda impulsada con el apoyo del ministro Petr Kulhánek, que eliminaría la posibilidad de dicho decreto.
«Es una bonita iniciativa, pero en la comisión de garantías se aprobó una enmienda con el consentimiento del ministro Kulhánek, que suprimía la posibilidad del decreto. Si se adopta tal y como se está perfilando hasta ahora, significará que hará absolutamente imposible que Praga resuelva el problema en el futuro», declaró la diputada y senadora Hana Kordová Marvanová.
En respuesta, los diputados han aprobado una resolución que solicita a la Cámara Baja la pronta adopción de una solución sistémica para los alojamientos de corta duración, así como el rechazo a cualquier enmienda que limite la capacidad de los ayuntamientos de regular este fenómeno. El objetivo es preservar la posibilidad de que las autoridades locales puedan proteger el acceso a la vivienda para sus ciudadanos frente a los efectos negativos del turismo descontrolado.