Mucha gente piensa que Karlovy Vary es solo un destino para tratamientos médicos o para comprar porcelana. ¡Pero eso no es así! Antes de visitar esta ciudad balneario fundada por Carlos IV, vale la pena hacerse una pregunta: ¿Qué sabemos realmente de Karlovy Vary?
La respuesta no es sencilla, ya que se trata de una ciudad que combina de manera única la relajación, la salud y una amplia oferta cultural y de ocio.
Una ciudad que cura
Karlovy Vary se caracteriza por su aire limpio con una humedad óptima, enriquecido con iones que contribuyen a tratar diversas afecciones como asma, bronquitis o enfermedades de las vías respiratorias superiores. También ayuda a mejorar la función tiroidea, aliviar dolencias cardiovasculares, estabilizar la presión arterial y tratar el sistema nervioso. Los minerales presentes en sus aguas termales tienen un efecto positivo sobre la piel y contribuyen a eliminar la fatiga.
La ciudad está llena de encantadoras casas balneario con historia. Muchos alojamientos esconden cómodas habitaciones, y los bulevares ofrecen agradables rincones donde disfrutar de una conversación o de una buena taza de té o café.
1. Columnatas y barquillos calientes
¿Qué sería de una ciudad balneario sin columnatas? Las de Karlovy Vary se cuentan entre las más bellas. No se pierda la columnata Molino de estilo neorrenacentista, la columnata Sad de hierro fundido, y la encantadora columnata del Mercado, inspirada en la arquitectura suiza. Acompáñelas con un barquillo caliente típico de la región.
2. Vistas panorámicas desde lo alto
La torre mirador en la Altura de la Amistad, justo sobre el centro de la ciudad, ofrece una vista espectacular desde 562 metros. Puede subir a pie (alrededor de 150 escalones) o en teleférico, que pasa cada 15 minutos. El viaje cuesta 100 coronas por adulto, la mitad para niños, y se puede obtener descuento con la tarjeta de transporte local. Una vez arriba, no se pierda la Casa de las Mariposas (Papiloma) y el mini zoo gratuito con parque infantil.
3. El manantial que hierve
El Vřídlo, el manantial más famoso de Karlovy Vary, se encuentra en la columnata del mismo nombre. Con una temperatura de 73,4 °C, lanza hasta 2.000 litros de agua mineral por minuto a una altura de 12 metros. ¡Una maravilla natural en pleno centro!
4. La gamuza en el Salto del Ciervo
La escultura más icónica de Karlovy Vary es la de la gamuza, que se alza sobre una roca en el mirador conocido como Salto del Ciervo. Fue construida en 1804 por un comerciante vienés, Mayer, y hoy el mirador aún lleva su nombre: la Glorieta de Mayer.
5. Bienestar garantizado
No olvide que está en una ciudad balnearia. Hay una gran variedad de tratamientos para relajación y recuperación física y mental. Recomendamos una sesión de haloterapia en una cueva de sal o terapia de calor tras una caminata. Un lugar ideal para ello es el ASTORIA Hotel & Medical Spa, justo frente a la columnata Molino.
6. Un trago de tradición: Becherovka
¿Sabía que Becherovka tiene un moderno centro de visitantes en el centro de Karlovy Vary? Puede reservar una degustación y disfrutar de una exposición interactiva sobre esta bebida herbal con más de 200 años de historia.
7. 155 años de cristal mágico
Si hablamos de tradiciones, no puede faltar la cristalería Moser. Esta histórica empresa, con más de 150 años, ofrece visitas guiadas que valen la pena, incluso si no tiene pensado comprar ningún recuerdo de cristal.
8. Carlos IV y la historia del castillo
La Torre del Castillo, sobre la Plaza del Mercado, es el único vestigio del castillo fundado por Carlos IV. Aunque fue destruido por un incendio en 1604, la torre fue reconstruida y equipada con un ascensor en 1911. Antiguamente, desde su galería los trompeteros saludaban a los visitantes ilustres.
9. Escapadas cercanas
¿Le apetece una excursión fuera de la ciudad? Muy cerca se encuentra Bečov nad Teplou, donde podrá admirar el Relicario de San Mauro, del siglo XIII. Este tesoro es considerado el segundo objeto más valioso de la República Checa, solo superado por las Joyas de la Corona.